Prólogo
Era el último día de las
vacaciones de verano, y el calor era abrasador. El sol golpeaba directamente
sobre el agua que en ese momento se encontraba en calma, ahora que las
ocupantes de la piscina habían terminado de bañarse.
-
Como sigáis
así más que morenas va a parecer que os han echado a una barbacoa y se
han olvidado separaros del fuego.- Se escuchó a una mujer decir mientras salía
la terraza de su casa.- Hace una buena tarde, ¿se quedarán a cenar chicas?
-
Verás mamá, habíamos pensado salir las cuatro
por ahí para despedir a Britt y Rachel, ya sabes, mañana se van y no sabemos
cuando vamos a volver a estar todas juntas.- Respondió Quinn
-
Me parece bien entonces, pasarlo bien y no
hagáis cosas de las que os podáis arrepentir.
Debido a la interrupción de la
madre de Quinn, decidieron ir cada una a su casa para estar listas a la hora de
salir.
Quinn Fabray era sin duda la más
guapa de las cuatro amigas, y a pesar de eso era la única soltera del grupo.
Quinn era rubia, alta, con unos ojos verdes que impactaban con sólo mirar.
Había sido co-capitana de las animadoras, junto a su amiga Santana López, hasta
ese curso, porque acababan de graduarse. Quinn llevaba bastante tiempo sin
mantener una relación seria, al contrario que el resto de sus amigas, y aunque
siempre había sido muy popular en el instituto, y los chicos se morían por
poder estar con ella, no se mostraba del todo interesada por mantener ningún
tipo de relación, no por el momento.
Por otro lado se encontraba
Santana López, co-capitana junto con Quinn del equipo de las animadoras. Algo
más baja que Quinn y con la tez morena, debido a sus raíces latinas. A pesar de
ser muy amigas las cuatro, Santana no puede evitar cierta debilidad por
Brittany Pearce, la consideraba su mejor amiga, y la inocencia de la rubia
despertaba su lado más sensible. Santana tiene novio, Puck, lleva con el desde
que empezaron el instituto y son considerados la pareja más atractiva del McKinley,
aunque su relación empezó debido a que
eran muy buenos amigos desde pequeños, según fueron creciendo no podían evitar
sentir cierta atracción y comenzaron su relación.
Centrémonos ahora en la más
inocente de todas, Brittany S.Pierce. Rubia, alta con unos ojos azules de
mirada penetrante. Su pasión es el baile, y va a mudarse a California para
poder encontrar un lugar en el mundo del espectáculo. Mantuvo una relación
durante dos años con Artie Abrams, el chico en silla de ruedas del instituto,
pero le había dejado antes de finalizar el último curso, porque a que estaba
empezando a sentir cosas hacía otra persona, y no quería mantener es falsa
relación.
En ese momento asumió que era
lesbiana, no lo iba diciendo a los cuatro vientos, pero sus amigas si lo
sabían, sobre todo Quinn, la rubia hizo de confidente cuando Britt le confesó
que estaba enamorada de Santana.
Y por último, y no por ello menos
importante, Rachel Berry la mini-diva del grupo, mini-diva porque estaba en
proceso de ello. Es la líder del Glee club del instituto junto con Finn, su
novio. Es sin duda la que tiene las ideas más fijas de las cuatro, y
probablemente la que en ciertos momentos puede ser la más pedante de todas. Es
la más baja, morena con ojos negros y una piel muy clara. Va a mudarse a Nueva
York a estudiar en NYADA junto a su gran, y gay, amigo Kurt Hummel, quien
también es hermanastro de Finn.
Pasaron sin duda una de las
mejores noches de sus vidas, solo las cuatro, sin ataduras y sin preocuparse en
el mañana. Bailaron, bebieron y disfrutaron como nunca, acabando las cuatro en
la casa de Santana, ya que sus padres se encontraban fuera.
-
Voy a buscar los pijamas y las cosas y dormimos
todas en el salón, esperadme aquí ahora vuelvo. – Dijo Santana dirigiéndose a
su cuarto.
-
Santana, subo contigo que necesito ir al baño.-
Rachel subió con la latina, dejando a Quinn y Brittany solas abajo.
-
Quinn, necesito tu ayuda, ya sabes lo que pasa
con ella, y quiero pasar el mayor tiempo posible con ella a solas, por favor,
llévate a Berry a dar un paseo o algo.
-
Brittany, ¿se lo vas a decir a Santana?
-
No no no no, tanto como eso no… Prefiero
guardármelo para mi.
-
Bueno, te haré el favor, me llevaré a Berry a
recoger algo en mi casa y así tienes tiempo para hablar con ella…
-
Gracias Quinn. –Respondió Brittany sin apenas
darle tiempo a terminar de hablar.
-
¿De qué habláis? – Preguntó Santana que bajaba
acompañada de Rachel en ese momento.
-
De nada en especial, es sólo que necesito una
cosa para dormir y me la he dejado en casa, Rachel, ¿me acompañas a por ello por favor?
-
Vale, pero vamos deprisa, que estoy muy cansada,
y vosotras dos prepararlo todo y así me podré ir a dormir pronto. – Respondió
Rachel mientras salían por la puerta.
Y allí estaban Brittany y Santana
mientras organizaban el salón, con un incómodo silencio que ninguna de las dos
se atrevía a romper.
-
Voy a extrañar tantos estos momentos. – Se
atrevió a decir Brittany finalmente, mientras sus mejillas empezaban a
sonrojarse poco a poco.
-
Tú y todas… A saber cuando podremos volver a
pasar una noche, o un ratillo todas juntas otra vez…
-
Ya… Pero no me refería a eso, ya sabes que somos
muy amigas las cuatro, pero que tu eres la más especial para mi.
-
Tú también lo eres para mi Britt, y bueno
siempre podremos vernos en vacaciones y esas cosas.- Respondió la latina
dibujando una pequeña en su rostro.
-
Si, llevas razón… Se me va a hacer tan larga la
espera por esos momentos.- Dijo la rubia con una triste sonrisa. Se moría por
contarle a la latina todo lo que sentía, todo lo que le pasaba por la cabeza en
ese momento, pero tenía miedo a la reacción de Santana y que todo acabara mal
en su última noche con ella.
-
Bueno, pues nada esto ya está, ¿qué podemos
hacer hasta que lleguen?
-
Podemos sentarnos a esperarlas y seguir hablando
de cuánto nos vamos a echar de menos.- Dijo la rubia mientras sonreía.- Sólo
quiero pedirte un favor… ¿Te puedo abrazar?
-
Claro Britt.- Dijo Santana mientras la rubia se
sentaba a su lado y pasaba su brazo por encima y notando como la rubia apoyaba
la cabeza sobre su hombro.
Por otro lado estaban Quinn y
Rachel, camino hacía ningún lugar, mientras la morena bombardeaba la cabeza de
Quinn con anécdotas y aventuritas de su novio, al que la rubia odiaba.
-
Rachel… puede parar de hablar de Frankenteen ya
por favor? Me va a estallar la cabeza…
-
Hay que ver Quinn que humor gastamos a estas
horas de la noche.- Respondió mientras se enfadaba y se cruzaba de brazos.
-
Es sólo que esta es la última noche que vamos a
pasar juntas antes de tu gran aventura y créeme que lo que menos me apetece es
hablar del idiota de tu novio…
-
¿Y de que quieres hablar?
-
Pues no sé… Del futuro… Bueno si, ya sé que vas
a estudiar para ser una gran actriz en Broadway y bla bla, pero cual es tu
mayor aspiración?
-
Bueno… Lo que más me gustaría sería poder llegar
a dirigir un musical, no dirigirles, quiero que un musical salga de mi cabeza
directamente al teatro, y que sea un gran éxito y este muchos años en Broadway,
que se lleve a los mejores teatros del mundo y vaya recaudando éxitos por donde
vaya….
-
Guau… si que eres exigente tu si… .-Respondió la
rubia mientras reía
-
Y que hay de ti Quinn… ¿Qué quieres?
-
Bueno… me gustaría llegar a ser una gran
fotógrafa, dedicar mi vida a la cámara y a retratar todo lo que se me ponga por
delante… Quizá sea una tontería y no pueda ganarme la vida con ello, pero es lo
que realmente me gusta.
-
¿Ah no te puedes ganar la vida? Pues yo pienso
estar rodeada de fotógrafos todo el día cuando llegue a ser una superestrella
en Broadway que se ganen la vida gracias a ello…
-
No cuentes conmigo para eso Rachel… Aspiro a
algo mejor.- Rachel miró a su amiga enfadada, pero al ver la cara de su amiga
supo que se trataba de una broma y se echó a reír.- Bueno Rach, será mejor que
volvamos, no se vayan a dormir y nos dejen fuera toda la noche…
-
Pero Quinn… No hemos ido a tu casa…
No era necesario… Digamos que era simplemente una excusa…
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